Ubicada en una tranquila y privada calle sin salida en la prestigiosa Guadalmina Baja, esta exquisita villa orientada al sur se encuentra en una generosa parcela de 2,400 m², a solo unos minutos a pie de la playa y del vibrante Centro Comercial Guadalmina. Con una amplia distribución de 398 m², esta casa ofrece una combinación perfecta de confort y elegancia.
Al entrar en la villa a través de un encantador patio andaluz, serás recibido por un luminoso hall de entrada. A la izquierda, un pasillo te lleva al garaje, la lavandería y una cocina bien equipada. A la derecha, encontrarás un dormitorio con baño en suite, un práctico armario de almacenamiento y un aseo de cortesía. Justo al frente, la amplia sala de estar y comedor te invita a disfrutar del espacio, destacando una gran chimenea abierta que aporta calidez y carácter a la estancia.
La cocina, el comedor, la sala de estar y el dormitorio se abren a una encantadora terraza cubierta, conectando de forma fluida el interior con el exterior. Sal de la villa para descubrir el bellamente ajardinado jardín y tu propia área de piscina privada, perfecta para relajarte y disfrutar de momentos de entretenimiento.
Subiendo la elegante escalera al primer piso, encontrarás la lujosa suite principal y una suite adicional para invitados, ambas con acceso a una terraza descubierta que te invita a disfrutar del sol. Este nivel también ofrece acceso a un solárium, donde podrás disfrutar de vistas parciales al mar en la distancia.
La urbanización de Guadalmina brinda tranquilidad con seguridad "Prosegur" las 24 horas, asegurando un entorno seguro y apacible.
Esta villa es una verdadera joya, que combina el encanto tradicional andaluz con las comodidades modernas, convirtiéndola en el retiro ideal para aquellos que buscan un estilo de vida lujoso en la Costa del Sol. ¡No pierdas la oportunidad de hacer de esta impresionante propiedad tu nuevo hogar!
Guadalmina baja se separa de la zona comercial de Guadalmina Alta por la carretera A7, y del municipio de Estepona por el Rio Guadalmina.
En sus orígenes, Guadalmina Baja era una plantación de caña de azúcar, hasta que Norberto Goizueta reconoció el potencial turístico de la zona, y desarrollo no solo el campo de Golf, si no también el hotel Guadalmina, a fines de los 50 y principios de los 60, que aún conserva su prestigio debido a su proximidad a la playa y a su hermosa vista a los campos de golf que lo rodean.
Las aéreas de alrededor del hotel fueron parceladas para la construcción de villas de lujo, demandadas en gran parte por los madrileños que venían a Marbella en búsqueda de tranquilidad, privacidad y cercanía tanto al mar como a las zonas comerciales. Algunas aras, como bóvedas romanas del siglo 3, han sido protegidas del desarrollo urbano, para preservar y asegurar un entorno único apto para el disfrute del ciudadano.
Guadalmina Baja cuenta con su propia iglesia, la Capilla de la Inmaculada, que alberga a estudiantes internacionales de distintas instituciones, tales como el Colegio Español, el San Jose, etc.