Hermosa villa de estilo cortijo ubicada en la prestigiosa finca de golf de Guadalmina Baja, a poca distancia de la playa y cerca de un hotel SPA, escuelas internacionales y el centro comercial de Guadalmina con tiendas, bares y restaurantes. Esta casa de estilo andaluz consta de una casa principal, una casa de piscina y una pista de pádel privada. La casa ofrece una hermosa área de entrada, con un patio español con naranjos que rodea una fuente que se acerca a la casa principal, que consta de un hall de entrada con una escalera que conduce a la planta superior, que continúa hacia la sala de estar con chimenea, una cocina equipada que funciona Isla en el lado derecho con comedor, lavandería adyacente y alojamiento para el personal. El salón tiene salida a una terraza cubierta y al hermoso jardín. Dos habitaciones dobles, con baños en suite y una sala de estar adicional con chimenea, están en el lado izquierdo de la zona de entrada, también con salida a la terraza y al jardín. En la planta superior, la suite principal incorpora un vestidor, un cuarto de baño con bañera y ducha, una terraza privada con vistas a la piscina y el jardín, y otro dormitorio con baño y aseo. Un garaje doble completa esta casa. Hay un jardín maduro con piscina grande y una pista de pádel privada. La casa de huéspedes / piscina ofrece un aseo de invitados, área de barbacoa y ducha y una suite de invitados, con salón / comedor, cocina y dormitorio en el piso superior.
Guadalmina baja se separa de la zona comercial de Guadalmina Alta por la carretera A7, y del municipio de Estepona por el Rio Guadalmina.
En sus orígenes, Guadalmina Baja era una plantación de caña de azúcar, hasta que Norberto Goizueta reconoció el potencial turístico de la zona, y desarrollo no solo el campo de Golf, si no también el hotel Guadalmina, a fines de los 50 y principios de los 60, que aún conserva su prestigio debido a su proximidad a la playa y a su hermosa vista a los campos de golf que lo rodean.
Las aéreas de alrededor del hotel fueron parceladas para la construcción de villas de lujo, demandadas en gran parte por los madrileños que venían a Marbella en búsqueda de tranquilidad, privacidad y cercanía tanto al mar como a las zonas comerciales. Algunas aras, como bóvedas romanas del siglo 3, han sido protegidas del desarrollo urbano, para preservar y asegurar un entorno único apto para el disfrute del ciudadano.
Guadalmina Baja cuenta con su propia iglesia, la Capilla de la Inmaculada, que alberga a estudiantes internacionales de distintas instituciones, tales como el Colegio Español, el San Jose, etc.