La niña mayor dando clases de pádel en las pistas. Ella no me lo dice, pero yo sé que le gusta el profesor. Las mamás notamos esas cosas. …19 años, está en la edad. El pequeño con su pandilla de la urba, no sé si en una piscina o en otra o si se han ido con las bicis de aventura.
Mi marido preparando la comida mientras ve las carreras con un vecino. Y yo, tomándome un vermú, en el restaurante de la urbanización que abre todo el año. Y aquí me tienes, mirando al sol y disfrutando de mi tiempo. MI TIEMPO, que para eso me lo he ganado…
Que por qué vendemos el apartamento?, porque me tiene enamorado, porque se vive muy bien aquí y porque en realidad no quiero venderlo. Me jode mucho venderlo pero en la compañía que trabajo, soy directiva y me han promocionado sustancialmente y no puedo dejar pasar esta oportunidad. Yo sé que será temporal. Eso sí, volveré a "dama de noche" todos los veranos, a disfrutar, que siempre hay algún apartamento en alquiler.
Mi casa? es cojonuda, es muy cuadrada, muy manejable y se limpia fácil. Salón amplio, terraza grande y con esa la vista a la montaña que me devuelve "a tierra" en esos días que estás un poco más desconectada. Dos habitaciones y dos baños, con plaza de garaje para el coche de mi marido, que para eso es muy piki, y a mí no me importa dejarlo fuera porque hay un montón de sitio dentro de la urbanización.
En fin, que si quieres que te lo enseñe, llama a Teo, el alquimista inmobiliario y él te lo cuenta todo, vale? Os he dicho, ya que no quiera venderlo…
Ah! Por cierto, en el restaurante de la urbanización, muchos sábados hay espectáculo flamenco, por las tardes. Y no sigo, que me echo a llorar…